martes, 3 de noviembre de 2009

Vicente Priessnitz

Vicente Priessnitz
Padre de la Hidroterapia
Checoslovaquia (1799-1851)


Su historia…

En Grafenberg, aldea situada cerca de Friewaldau, hoy Checoslovaquia, hijo de Francisco Priessnitz y Teresa Happel, con seis hermanos vivía Vicente, nació el 4 de octubre de 1799.
Vicente recibió escasa instrucción, al decir de sus biógrafos el lugar donde menos estuvo fue la escuela, pero estaba destinado a revolucionar el ambiente medico de su tiempo, y de la naturaleza recibiría lecciones que ninguna universidad podría haberle otorgado, quien las aprovecho para si y el servicio del prójimo.
Cuando niño fue testigo de un hecho que lo marcaría para siempre. Sucedió que mientras recogía leña en el bosque y apacentaba el ganado cerca de una fuente, llego hasta ella un ciervo herido en una pata. Observo con curiosidad al animal, que dirigiéndose al manantial, introdujo por unos momentos el miembro herido dentro del agua, sacándolo luego, para volver a internar buscando ayuda en el espeso follaje.
Volvió un día y otro encontrándose siempre al herido en su ocupación de bañar su pata en la fuente de agua, operación hecha cada vez con menos dificultad, hasta que pronto se hizo visible una franca mejoría y luego su total curación.
Este episodio nunca lo olvido, en un tiempo mas habría de ser muy útil, cuando mas adelante comprendió, que un ser irracional guiado por su instinto, le revelo y comprobó el gran valor de los agentes naturales de Salud.
Entre sus seis y quince años Vicente se vio obligado a dejar sus estudios y comenzar a trabajar para subsistir, debido a la prematura muerte de su hermano mayor y seguido a una ceguera total de su padre. Tuvo así que dedicarse a la labranza de la tierra y sin duda hubiera llegado a destacarse entre los campesinos de la región, a no ser de un grave accidente que cambio totalmente su destino.
Una tarde cargando un carro cayo de uno de los caballos, los animales espantados arrancaron el carro pasando una de sus ruedas por sobre su cuerpo, dejándolo muy mal herido, con costillas quebradas y huesos fracturados. Llamaron a cirujanos de la región de Friewaldau, quienes después de examinarlo, aunque había mejoras, dieron su veredicto en donde creían que era imposible que volviera a trabajar o hacer esfuerzos, estaba inutilizado para siempre.
Solo con una gran presencia de animo y una gran voluntad de vivir, pudo enfrentar el diagnostico dado por los médicos. Ante todo decidió prescindir de toda ayuda extraña, nada de médicos, ni medicamentos, el mismo debía ser artífice de su salud o perecería en su empresa, tenía un gran antecedente, la lección recibida tiempo atrás, del ciervo herido que se había curado por medio del agua.
Tuvo que poner las costillas en su lugar, lo que logro recostándose sobre una mesa, apretando su abdomen con todas sus fuerzas para poder dar extensión al pecho. Una vez las costillas en su lugar, lavo las heridas con agua y aplico paños mojados en las partes lastimadas. Adopto una dieta rígida y vegetariana, busco reposo y bebió agua en abundancia.
A los diez días ya podía hacer algún movimiento, persevero alentado por las mejorías que sentía hasta que al cabo de un año, pudo reanudar sus ocupaciones en el campo. Quedo sin embargo con unos incisivos menores y un aplastamiento en la parte del tórax.
Testigos de esta extraordinaria curación fueron los numerosos vecinos quienes con una mente clara, simple de campesinos y libre de convencionalismos fueron divulgando la noticia de su curación por todas partes de la región.

Investigación y descubrimientos…

Al igual que la mayor parte del los grandes descubrimientos el punto de partida es la observación de un hecho simple y común. Así como Newton al ver caer la manzana dio con la ley de gravitación universal. También Vicente gracias a su buen espíritu de observación vio detalles en la aplicación del agua que nadie había reparado antes. Su campo de observación pudo ampliarse gracias al público que llego a pedirle consejos sobre Salud.
Comenzó con agua fría, unos trapos, luego una esponja y fue perfeccionando su método, luego incluiría lociones, aficiones, envolturas húmedas o compresas, sudores, irrigaciones, ejercicios al aire libre y una alimentación sencilla y fortificante.
Llego a dominar el arte de usar el agua fría como agente de salud y a precisar lo que era adecuado para cada caso, constitución y edad.
Tal fue el talento empleado en ello que conquisto el éxito y la fama, comprobó por ejemplo “que en ciertas condiciones el agua fría produce calor” y demostró que “cuando se emplea el agua fría, no es el agua fría el que cura, sino al contrario, es el calor producido por la reacción contra el frió”.Siguió la tradición Hipocrática al sostener que “el agente curativo es la misma naturaleza” creía por lo tanto en la fuerza vital y la tenia como la única capaz de efectuar la curación. Ni aun al agua le atribuía virtud curativa.
Hablo de sustancias extrañas y morbosas en el organismo y expreso que “las sustancias extrañas que enferman al hombre han de ser llamadas a la superficie del cuerpo para que este se cure”.
Interrogado una vez por Rausse sobre el pulso, dijo, “no me preocupa yo juzgo a mis pacientes por sus ojos y por la piel”. Efectivamente daba debida importancia a la piel sosteniendo que” las enfermedades se curan mejor por fuera que por dentro.”
Trataba con el agua fría de dar actividad a la piel y devolverle su calor natural.
Sobre la alimentación pensaba que al cuerpo hay que fortificarlo, no debilitarlo. Cuando el organismo llega a estar fuerte-decía- “no tolera sustancias extrañas y las expulsa”.
Las vías de comunicación a principios del siglo diecinueve eran escasas y difíciles de recorrer, no obstante, gente de todas las naciones comenzó a visitar Grafenberg. Se comenzó a difundir la noticia de Vicente Priessnitz, un campesino sencillo, humilde, de pocas palabras mas de una gran energía, quien da consejos de salud a quien se los solicita, logrando con el adecuado empleo del agua verdaderos milagros.

Los escollos y persecución...

Con el uso del agua fría bajo la dirección de Priessnitz, todos los enfermos que eran atendidos a tiempo, sanaban. Esto representaba una revolución en marcha, por eso contra ella se levantaron los ignorantes, los envidiosos y los representantes de los intereses afectados.
En esta ocasión fueron algunos médicos los que encabezaron la oposición, seguidos con unos habitantes del pueblo que creían que con la afluencia de público a Grafenberg iban a escasear los alimentos y alzarse sus precios.
Los medios que utilizaron para impedir la continuación de Preissnitz a favor de los enfermos, fue el desprestigio, lo tildaron de “loco”,”brujo”, consiguiendo que la autoridad sanitaria examinara la esponja que usaba para friccionar el cuerpo, ya que lo acusaban de esconder en sus pliegues sustancias medicamentosas, sin encontrar otra cosa que no fuera agua y esponja; pero de todas maneras le prohibieron el uso de la esponja, lo que no desalentó a Priessnitz, sino por el contrario, se vio obligado a usar sus manos en los lavados de la piel. Alegrándose ya que decía “ahora actuara la vida sobre la vida”. Llegaron incluso a amenazarlo con privarlo del agua que usaba para las curaciones, pero actuando con claridad, firmeza y nobleza en sus convicciones, alzo su voz en la plaza publica respondiendo que ni aun esa arbitraria medida lo amedrentaría, porque de todos modos disponía del “aire puro y libre de las montañas” para devolver la salud a quienes lo necesitaran.
Priessnitz comprendía que la naturaleza es un prodigio y que sus agentes de salud no están sujetos a la tuición de nadie, ya que su uso es patrimonio de todos los seres vivientes.
Iniciaron un proceso tras otro y llegaron a condenarlo a cuatro días de arresto. Su argumento de defensa fue; aunque era verdad que muchas personas acudían a su casa a bañarse, el no estaba capacitado para cumplir la función de medico, no podía diagnosticar enfermedad alguna, su único proceder era el fomentar el baño del agua fría, eso no perjudicaba a nadie, lo contrario, servia de provecho a muchos.
Al no existir avances en contra de Priessnitz, sus detractores exigieron una pronunciación del Emperador Austro-Húngaro.
No negando las curaciones extraordinarias realizadas en Grafenberg, dijeron que las lograba echando ingredientes medicinales al agua. Por tanto engañaba al público haciéndoles creer en las propiedades del agua, cuando las mejorías se debían a las medicinas que en ella empleaba, no pudiendo usar estas por carecer de titulo de medico. Era por lo tanto, un “charlatán y embaucador”. Citaron como prueba cierta el caso de un molinero, quien sufrió por muchos años de de la gota, quien siguiendo los consejos de Priessnitz, logro sanar, con lo cual demando a su medico por privarlo de su salud.
El gobierno de Austria se caracterizaba por resoluciones ecuánimes y justas. Antes de dictaminar sobre la demanda presentada, nombro una comisión para que investigara e informara al gobierno sobre las medidas a tomar.
La comisión fue a Grafenberg, examinaron el agua que usaba para los enfermos, interrogaron a los asilados y al molinero. El agua la encontraron absolutamente pura, sin ingredientes medicinales, la mayoría de los enfermos dieron fe del proceso en el reestablecimiento de su salud y en cuanto al molinero, se cuenta, que al ser interrogado sobre quien se había preocupado de el, si Priessnitz o el medico, respondió que los dos, Priessnitz de la gota, y el medico del bolsillo. Estas acusaciones pusieron en gran ridículo a los acusadores, engrandeciendo en cambio el nombre de Priessnitz.
Así el Emperador dicto sentencia en el cual autorizaba a Priessnitz para el ejercicio de su ministerio, se autorizaba el funcionamiento de sus baños, sin discriminar a las personas estuvieran sanas o enfermas.

Su sanatorio en Grafenberg…

Tenia Priessnitz 26 años cuando impulsado por los éxitos obtenidos con sus descubrimientos, se decidió a transformar su casa y sus propiedades a un lugar destinado a “la cura por el agua”. Al comienzo dispuso solo de dos bañeras porque las autoridades no le permitían un mayor número. Mas tarde pudo ampliar las instalaciones gracias a aportes donados por los enfermos sanados, así pudo inaugurar su establecimiento de salud en 1829.
En Grafenberg no reinaba la comodidad, había ahí que someterse a una rigurosa disciplina y aunque todos eran enfermos, la mayor parte desahuciados por la medicina, estaba muy lejos de parecerse a un hospital; más bien era un templo de alegría y optimismo. Los rostros reflejaban la esperanza que anidaba en todos los corazones. Si alguno decaía, estaba la voz autorizada de Priessnitz reconfortándolo, y si fuera poco, la cura de los demás compañeros alentaba a seguir adelante, seguros de encontrar en el agua una fuente de Salud.
Grafenberg que en 1829, año de inauguración, recibió 45 pacientes, se transformo de tal forma que diez años después tenía 1.400 asilados, y en el año 1840, estos eran 1.576 pacientes. Se calcula que en los años que dirigió personalmente su casa de Salud, atendió a más de 40.000 enfermos con solo 45 muertos, posiblemente recibidos muy graves, ya que su sanatorio era refugio de personas desahuciadas por la medicina. Muchos hombres notables de la época, entre ellos ilustres, fueron a Grafenberg, algunos por curiosidad y otros, por necesidad, mas todos los que procedieron honradamente, salieron maravillados de la forma prodigiosa como los enfermos recuperaban la Salud.
En el año 1841, había en Granfenberg tomado baños y siguiendo el sistema Priessnitz, una archiduquesa, diez príncipes y princesas, mas de cien condes y barones, militares de distintas graduaciones, médicos, profesores, etc. Figuran entre sus asistentes los nombres de Rey de Baviera, del de Sajona, del príncipe –Arzobispo de Breslau, archiduque Fráncico José I, el príncipe de Lichtenstein, la princesa Hohenlobre, el general de los jesuitas padre Bex, el novelista Mogol y el músico Chopin.
Para comprender la fama que alcanzo Priessnitz hay que tener presente la cita del Dr. Rigel de Strasburgo, miembro de la legión de honor y de las mayoría de las sociedades medicas de Europa, “hechos, según dice, cuya notoriedad desafía a la incredulidad y a la malevolencia”. En 1836, catorce médicos, después de haber agotado en vano todas los recursos de su ciencia y la de sus colegas, fueron a que Priessnitz los curase y siguiendo sus enseñanzas sanaron.
Además de los cuantiosos regalos en dinero, joyas y especies que recibió de los enfermos agradecidos, también fue distinguido por sus conciudadanos con el cargo de concejal de Freiwaldau; condecorado en 1845 con la” medalla de la moderación” por la sociedad inglesa de la Abstinencia y honrado en 1846 por el Emperador Fernando I con la condecoración civil de oro con banda.

Sus últimos días…

Observando hasta el fin las leyes naturales, Vicente Priessnitz, tenia solo cincuenta y dos años de edad, pero su cuerpo estaba agotado, ya que sobrellevaba las huellas del accidente en la juventud, también porque había sido maltratado, desatendido, sometido a toda clase de privaciones en el ejercicio de su humanitaria labor pro-salud.
En la tarde del 28 de Noviembre de 1851, se sentó en una silla frente a la ventana, contemplo por última vez el campo, volvió a su cama donde se recostó y murió.

Difusiones de su Enseñanza;

Priessnitz no dejo ninguna obra escrita, sus enseñanzas las conocemos por sus biógrafos y por los médicos que hablaron acerca de el.
El primero en comentar las noticias de Priessnitz fue el profesor Oertel en su revista “Die Allernenesten Wasserkuren” publica en 1830 un articulo; “Un Medico del Agua” Vicente Priessnitz.
Posteriormente el Dr. Kober de Breslau escribe un libro “Priessnitz in Grafenberg.” Teodor Brand escribe “Die Wasserkuren des Vizenz Priessnitz zu Grafenberg.”
El ingles R.T. Claridge “Cura por medio del agua fría” versión en castellano hecha en Valparaíso-Chile en 1850 y el libro “Hidroterapia” de Manuel Castro y Castro que apareció en Santiago de Chile, en 1852.

Principios básicos del método Priessnitz…

• La salud es un estado natural del cuerpo
• El hombre es un ser organizado y sujeto a leyes orgánicas
• Todas las enfermedades que no son ocasionadas por accidente, tienen como causa las sustancias extrañas.
• Ninguna cura efectiva puede hacerse sin la expulsión de las sustancias morbosas del cuerpo
• La piel que cubre nuestro cuerpo es uno de los órganos más importantes, cuya actividad normal es esencial para la conservación o recuperación de la salud.
• El agua fría, el aire fresco y el ejercicio son los medios más eficaces para dar vida y actividad a la piel.
• El agua fría cura, no por ser agua, sino por la reacción de calor que produce
• El agua es el primer disolvente de la naturaleza



Practicas de su sistema…

• Aire puro
• La alimentación
• Uso interno del agua
• Uso externo de agua fría
• Compresas y vendajes o envolturas
• Ejercicio físico

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